Hace unos días viajé a la Provincia de Corrientes, a pasar unos días en el campo. Lejos del wifi y de las autopistas el espíritu se va serenando y uno vuelve a sentir que puede dejar el apuro y adueñarse de otro ritmo.
Tierra entrañable es esta, donde el chamamé es amo y señor del cantar, los espinillos y las manadas de ñandúes son compañía frecuente en las caminatas y el sabor del chipá y de las tortas fritas son parte del deleite diario.
Disfruté especialmente de volver al campo de trabajo y de hacienda, tan poco frecuentes en nuestra Provincia de Buenos Aires (donde la soja fue despojando la potreros de vacas y de tardes de mate después de la jornada). Este es mi homenaje a toda la gente que trabaja tierra adentro, que tiene la sabiduría de los vientos y que amanece antes del sol.
Vivir estos días me hizo recordar el amor profundo que siento por la cultura de mi querida Patria, por su folclore y sus gauchos, por su naturaleza tan rica. Se vienen días agitados. Dios quiera que el voto de mis compatriotas logre que este país pueda salir adelante y podamos todos algún día tener un gobierno del que estemos orgullosos. ¡Buena semana para todos!
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Las tipas y los timbó dan sombra y frescor en el parque. |
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Un auténtico gaucho correntino. |
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Tarde de trabajo con la hacienda. |
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Atardecer después de la lluvia. |
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En plena caminata me encontré con el señor toro que me miraba fijo. Casi sigo de largo apurando el paso pero después lo miré fijo yo también y el posó para mí. |
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Tardes a caballo recorriendo el campo. |
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Esta vaca dió a luz justo en el momento en que pasábamos por ahí. Fue una maravilla. |
1 comentario:
Un lugar increíble, me encanta el mundo rural, alejado de las prisas y los agobios de nuestras vidas diarias... Además, excelentes fotografías, felicidades! :)
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