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Antes de entrar al Museo de Bellas Artes, nuestra primera parada. |
Desde hace varios días quiero publicar este post, pero las corridas y la vejez en que está entrando mi querida computadora, me lo impidieron. De todos modos, y más allá de que hayan finalizado las vacaciones de invierno en Buenos Aires, quería compartir estas fotos con ustedes. Fueron de una salida que organicé con mis hijos, Juan y Charlie, a dos de mis más queridos museos porteños: El
Museo Nacional de Bellas Artes y el
Malba.
En el primero vimos la muestra
REAL/Virtual, Arte Cinético Argentino en los años 60; en el segundo, participamos de una actividad para chicos titulada
Pequeños Oficios y organizada por Delfina Aguilar, creadora de
Fanny y Alexander, adorable tienda de ropa y juguetes. El espíritu de Pequeños Oficios fue generar un espacio de encuentro para estimular modos activos del juego que tienen que ver con las habilidades manuales y la ejercitación de la imaginación y la creatividad.
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Mi hijo Charlie mostrándome cómo aprendió a leer en imprenta minúscula, y mirando asombrado el edificio al que estábamos entrando. "Estos lugares son muy grandes, mamá". |
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Amorosa invitación a "Pequeños Oficios" en Tienda Malba. Gracias a Delfina Aguilar por la invitación! |
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Los chicos en pleno trabajo, acá encuadernando animales y blocks de notas. |
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Juguetes de madera y mochilas con lindísimas estampas, por Fanny y Alexander. |
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Juan y Charlie aprendiendo a hacer jabón con los chicos de Sabater Hermanos! |
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La librería del MALBA, uno de mis paraísos porteños. |
En fin, fue una tarde soñada, compartida con mi amiga Milagros, que además de ser una súper requerida decoradora (sí, soy su fan), es mi queridísima amiga; de esas que ya después de tantos años, son familia. Mili se animó a llevar un movedizo equipo que no superaba los dos años de edad y que junto a mi dúo dinámico terminaron corriendo por el paquetísimo bar del museo, mientras devoraban un inolvidable pain au chocolat. Las miles de migas en el piso, las corridas y manotazos a mesas de al lado y la excesiva ingestión de sobres de azucar, hicieron que no tuviéramos que retirar antes de lo que hubiéramos querido.
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Mi amiga Milagros, cancherísima con su tapado de leopardo! |
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Riquísimo Pain au chocolat, un lujo que nos dimos después de la actividad. |
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Foto sacada por mi hijo Juan, que cada vez que puede me roba la máquina y deja testimonio de su incipiente pasión por la fotografía. |
Más allá de la anécdota, el verdadero sentido de estas palabras es contarles la emoción que me dió ver a mis chicos fascinados con las obras de Julio Le Parc,
Gyula Kosice, Mac Intyre y sentir que su espíritu se enriquecía con el trabajo de estos artistas. Más allá del tiempo, estas imágenes y luces quedarán en algún costado de su memoria... Así que los invito a animarse y llevar a sus chicos a participar de actividades en museos y especialmente
a ver esta muestra tan magnífica (que dura hasta el 19 de agosto), para que entre los óleos, luces y sombras puedan maravillarse con algo más que la playstation, los dibujitos y el hombre araña. Estoy segura que lo disfrutarán.
Que tengan un muy buen jueves!
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Otra foto de Juan, mi pequeño fotógrafo. |