viernes, 19 de abril de 2013

Viernes de lujo: "Objets Nomade" para Louis Vuitton

Para este viernes que me encuentra de vuelta en casa más temprano de lo esperado, aprovecho para adelantar trabajo de la semana próxima, organizar jornadas de fotos y viajar un poco con los sentidos. Hace unos días me llegó este video con la presentación de la colección Objets Nomade de Louis Viutton. Si hablamos de lujo, esto sería como el colmo de la sofisticación. Se trata de ediciones limitadas de objetos y muebles inspirados en los viajes y experiencias al aire libre. ¿Qué muestra el video?

Escritorio de viaje, de Christian Liaigre con una estructura de madera de arce y una cubierta de cuero, plegable y fácil de transportar. La hamaca, de Atelier Oï, realizada en cuero y piezas de fijación chapadas en oro. El taburete, de Patricia Urquiola, inspirado en el patrón de flores Monogram de Louis Vuitton, se abre como la corola de una flor y puede llevarse como un bolso de mano.

¡Que tengan un buen fin de semana!

Yo rezo por poder hacer fiaca en la cama, abrazando a mis hijos hasta media mañana; ganar mi combate contra las hormigas en mi jardín,  dormir una siesta en silencio, aunque sea corta; terminar un libro y poder ver una buena película. ¿Y ustedes?






miércoles, 17 de abril de 2013

My Gourmet: Blanch

Nosotras somos tres hermanas. Yo soy la mayor (y la más petisa). Después viene Male que es ingeniera y vive en Londres, y después Flor, que escribe para Harper´s Bazaar (es mi fashion gurú) y vive en Palermo.
Mi familia, como dice mi abuela, es una"familia unita": nos vemos mucho y todos queremos saber qué pasa en la vida del otro. Opinamos sobre novios, candidatos, hijos, problemas y alegrías. El lugar de reunión es siempre la casa de mamá y casi siempre estamos todos. Mi abuela hace una torta (que hay que elogiar repetidas veces), mamá se desvive atendiendo a todos, los chicos pululan, papá mira golf o fútbol de reojo desde la mesa, y mi abuelo se queda dormido en el sillón.
El tema es que casi siempre, después de este día en familia, me quedo con ganas de charlar mano a mano con cada uno, sobre todo con Flor que vive lejos, trabaja mucho y hace horarios muy distintos a los míos (con Male me tenemos citas por skype!).

Después de varios intentos fallidos, finalmente pudimos encontrarnos a comer, ella y yo solas (para hablar como esas noches cuando vivíamos en casa, cuando todos se iban a dormir y nos quedábamos en la cocina hasta cualquier hora sin interrupciones). Elegimos Blanch (Andrés Arguibel 2813), un restaurante que hace tiempo quería conocer, ubicado en pleno Cañitas pero con un estilo muy particular, que se acerca más a secreto bien guardado que a los estridentes bares de ese barrio.
Quedé fascinada con el lugar así que escribo este post para recomendarlo. Su comida y tragos, riquísimos (recomiendo los langostinos empanados y pinchos de pollo a la marrakesh) y el ambiente muy amigable, con jazz de fondo. Me sentí como cuando de casualidad entrás a un lugar que acaba de abrir y te fascina la idea de que sea tu descubrimiento! Dato: Los lunes hay "Cocina de amigos". Vienen chefs invitados a cocinar. "Todo empezó por un chef holandés que vino a comer y me dijo que estaba viviendo en Buenos Aires por el trabajo de su mujer y le divertía la idea de cocinar en mi restaurante; así que lo invité" nos cuenta Diego Rizzi, su dueño (su mujer, Florencia Bernardini es dueña de Helena, un restaurante de Palermo del que soy fan de la primera hora).

La noche fue perfecta y prometimos repetirla porque nos hace muy bien estar más cerca. Así que Flor, este post va dedicado especialmente a vos, por ser mi mejor consejera y amiga, por tener una visión de la vida que admiro y por pensar bien con el corazón y la cabeza. Sobre todo, por no hablar tantas pavadas como yo y siempre tener un consejo sabio.

Blanch será desde ahora un lugar de encuentro para nosotras. Así que si van un día y ven dos mujeres en una mesa de un rincón tomando camparis, comiendo langostinos empanados y hablando sin parar, ¡somos nosotras!

lunes, 8 de abril de 2013

Elegido de la semana: The Glow

 En este lunes muy luminoso y de sol veraniego, hago un intervalo entre un largo día de trabajo y un porvenir de deberes con los niños, corridas para que la comida salga rica y una noche frente a la compu que pinta larga y soñolienta. 

The Glow es uno de los blogs que sigo hace un tiempo y siempre resulta inspirador. Se trata de producciones hechas a mujeres en sus casas y con sus hijos. Allí están ellas en sus departamentos y casas fabulosos, siempre divinamente ataviadas y con un alrededor que me hace suspirar. Pero más allá de todo, me detengo en la mirada de la fotógrafa que busca lo cotidiano con un enfoque siempre novedoso. Y allí es donde aplaudo este propuesta. Algunos dicen que el quemado de las fotos y esa luminosidad exagerada resulta repetitiva. Quizás lo sea. Pero también le aporta un sello especial que unifica todas las notas bajo un mismo concepto  y hace que todo tenga un mismo sentido.

The Glow nació en enero de 2011 de la mano de Violet Gaynor (editora de moda de la revista In Style) y Kelly Stuart (conocida fotografa que hoy es directora de imagen de Hearst Digital Media). Juntas buscaron retratar mujeres talentosas del mundo creativo (diseñadoras, estilistas, fotógrafas, creativas, artistas), pero desde su perfil de madres, en su mundo privado.

Comparto algunas imágenes de The Glow con ustedes.

¡Espero que les haya gustado el dato!

¡Que tengan una buena semana!










miércoles, 3 de abril de 2013

Conocé el Palermitano Hotel

El año pasado fue la primera vez que probé con mi marido esta adorable aventura: escaparme por tan solo un día de la rutina del trabajo y los chicos, y volverme viajera en mi propia ciudad. El razonamiento fue el siguiente: siempre estamos soñando con posibles viajes, espacapadas a ciudades que no conocemos... Pero el tiempo va pasando y siempre hay otras prioridades. Cuando nos queremos dar cuenta es fin de año y todo quedó en la nada.

Organizar un viaje, aunque sea corto, es fascinante pero requiere de tiempo y de una logística que a veces falta (con quién dejamos a los chicos, cómo hago para tomarme algunos días de trabajo, etc, etc). Entonces pensé en una solución que fue perfecta: huir por sólo un día y una noche, pero huir cerca. Porque al fin y al cabo no hace falta irse tan lejos para desconectar, salir a tomar unos tragos y comer algo rico, y vivir esta ciudad maravillosa desde otra óptica. Después de probarlo el año pasado por primera vez (aquí está el post), este año decidimos repetirlo.

Esta vez el elegido fue el Hotel Palermitano y quedamos fascinados. Se trata de un hotel boutique en Palermo, con un servicio de lujo y una ubicación envidiable (en el mismo hotel se encuentra el restaurante Sipan que les mencioné hace unos días y, justo al lado, el bar Isabel uno de los más hipsters de Bs As). Caminamos por el barrio, comimos riquísimo y terminamos la estadía con un espectacular desayuno de hotel. Tan lejos, tan cerca. Recomiendo mucho, mucho.