Una de las alegrías más grandes de hacer este blog es la de conocer personas maravillosas que generan proyectos, que sueñan con cambios que les acaricien el alma y la vida. Quizás por eso me conmovió tanto el relato de Flavia Cabo y su
Petite Patisserie cuando me escribió por primera vez y me hizo a hacer un alto en mi lectura diaria de gacetillas de prensa, anuncios de lanzamientos y demás cataratas de información que me llegan a diario. Las palabras de Flavia y la manera tan sincera, sin artificios, que me contó acerca de su emprendimiento y del hecho de que a veces, cuando estamos lejos de la ciudad, se nos hace más difícil dar a conocer lo que hacemos, me conmovieron. Después de un ida y vuelta de mails y una gratísima e inesperada sorpresa que llegó a mis manos una mañana de sábado, comprobé que mi intuición era certera. Porque después del festín de budines, cookies y brownies de
Petite Patisserie, me quedé fascinada con tanta delicia y festejo compartiendo esta noticia con ustedes.
Hoy les presento
Petite Patisserie, el emprendimiento gourmet de Flavia Cabo, que desde la ciudad de Baradero ofrece delicias memorables que llegan a donde las lleve el viento, o en este caso, el sabor.
|
Cookies caseras con chocolate blanco y cassis, bien caseras. Volaron y casi, casi no llego a fotografiarlas. |
Sabrán disculpar el apuro con que saqué estas fotos, pero tenía dos
pares de manitos detrás mío empujando y peleando por las cookies de chocolate blanco y cassis . De hecho por culpa de ellas hubo pelea familiar: se las comieron a escondidas y no dejaron nada para mí (yo había probado
un pedacito un rato antes y quería más! Cómo no las encodí de los
niños, aún no entiendo).
|
No probar este brownie/cheesecake es un pecado. |
|
La caja Petite Patisserie. Un poco revuelta porque ya habían metido mano mis chiquitos. |