Hace un par de meses pasé todo un día en San Telmo haciendo una nota. Uno de los destinos que elegí fue la Av. Caseros. Había pasado varias veces cuando iba al estudio de un fotógrafo amigo y siempre me quedaba maravillada por la arquitectura de esa cuadra donde comienza esta avenida tan porteña, justo donde se encuentra con la calle Defensa y con Parque Lezama. Así que ese día hice una parada para explorar un poco más. Ahí me encontré con Caseros (Av. Caseros 486), una suerte de bodegón de barrio pero con un aire muy fresco, muy joven. Me atendió Silvina Trouilh, su dueña, y cafecito de por medio (ideal para media mañana) me contó las bondades del lugar mientras hacíamos algunas fotos.
Lo que más me gustó de Caseros es su luminosidad y el aire despojado pero cálido que inundaba el ambiente. Todo muy blanco, mesitas y sillas en color aguamarina, centro de mesas con frutas frescas, comida casera... Ideal para hacerse una escapada y embelesarse con un bruch de sábado al mediodía. Después, una caminata a Parque Lezama y al Museo Histórico Nacional, que para mí fue todo un descubrimiento!
Av. Caseros, con su boulevard y se arquitectura de otros tiempos.
Cuando empecé a caminar por Parque Lezama, lo imaginé a Borges con su bastón y su sobretodo, sentado en uno de sus bancos, esperando a algún amor imposible.
El Museo Histórico Nacional está integrado a Parque Lezama. Se ingresa por Defensa 1600.
Photos: Silvina Bidabehere para Decortherapia. Guía Oleo.