Desde que estaba en la universidad Kathryn fue desarrollando una gran pasión por descubrir tesoros en tiendas de cambalache, ferias barriales y anticuarios de barrio. Así fue atesorando distintos muebles y objetos, que fue guardando en su departamento de la universidad y hasta en el garage de la casa de sus padres. Cuando llegó el momento de hacerse su casa tenía muy claro lo que quería y con la ayuda de una amiga arquitecta se ocupó de diseñar cada detalle del proyecto y hasta dirigir la obra. Este es el resultado: desde sillas escandinavas restauradas y sillones retapizados, hasta una cocina ingeniosamente pensada para que abunde el espacio de guardado. El resto del mobiliario fue mandado a hacer por Katryn con un carpintero de su barrio. Lo que más me gustó es la superpoblación bibliotecas. Espero que les guste!
A la hora de proyectar la vivienda, cuenta Katryn que se inspiró en una casa de verano que había visitado en su niñez, cuando viajó con sus padres a Suecia. Sus referentes, además, fueron Alvar Aalto y Sverre Fehn.
“The houses we visited in Scandinavia had such a welcoming feel, often because they used lots of wood and had really well-considered layouts. They looked lived in rather than pristine and they weren’t soulless like so much contemporary modern architecture can be.”Kathryn Tyler
5 comentarios:
Muy linda casa!! me encantó el detalle en la biblioteca, de los libros domus. La cocina es un sueño!
Hermosa casa! la cocina es un sueño!!
Analía
Hermosa casa! la cocina es un sueño!!
Analía
Quiero una casa así!!
la casa es exquisita. además de las bibliotecas, destaco la fantástica colección de vajilla nórdica vintage que tiene en la cocina... ¡sana envidia!
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