jueves, 13 de mayo de 2010

The Imperial


Uno de los mayores deleites de mi estadía en Delhi fue recorrer The Imperial Hotel, uno de los hoteles más sensacionales del mundo y el más lujoso de la India. Después de una larga jornada de calor y de polvo en las calles de Delhi, cruzar el umbral del lobby del Imperial era una fiesta: desde el lujo de los mármoles que cubrían sus pisos, la fragancia que inundaba el hotel (tienen un aceite especialmente realizado para ellos que ponen en hornitos regados por todo el hotel y es lo más delicioso que respiré en mi vida) y una historia que habla de marahjás y personajes míticos de la historia. El Imperial fue construido en 1931 bajo el Raj (reinado inglés), proyectado por uno de los arquitectos más importantes de la historia colonial inglesa, Sir Edwin Landseer Lutyens (quien también estuvo a cargo del mega proyecto de master plan del trazado de la ciudad y del diseño y construcción de los edificios más importantes de aquello que se conoce hasta hoy como New Delhi, cuando los ingleses trasladaron la capital desde Calcuta a esta ciudad). La construcción, por su parte, estuvo a cargo de S.B.S. Ranjit Singh, miembro de una de las familias de marahjas más poderosas del país.
El estilo decorativo es un ejemplo de aquello que Lutyens imaginó que sería la línea arquitectónica de toda la ciudad de Delhi: un blend exquisito entre el estilo colonial antiguo, el victoriano y el Art Deco. Hoy su construcción perdura como la imagen del sueño de un artista que imaginó una ciudad gloriosa, que nunca llegó a ser.
Si bien el hotel abrió sus puertas en el capítulo final de la dominación inglesa en la región, sirvió de punto de reunión para personalidades como Jawaharlal Pandit Nerhu (primer gobernador de la India independiente), Lord Mountbatten (último Viceroy inglés en India), Mahatma Gandhi (no hacen falta explicaciones, no?) y Muhammad Ali Jinnah (el premier de Paquistán cuando se llevó a cabo la división y creación del país). Aquí, dentro de sus corredores se llevaron a cabo encuentros y negociaciones legendarias para la historia de este país y esa energía del pasado ejerce, aún hoy, un magnetismo indescriptible.
The Spice Route, catalogado por Conde Nast Traveller como uno de los 10 mejores restaurantes del mundo.
La veranda de 1911, otro de los restaurantes de hotel, donde probé la sopa de hongos más rica del universo! La tomé en esta misma galería soñada.

The Imperial guarda una de las colecciones de arte más importantes de la ciudad.
The Imperial está ubicado en Rampath, antes conocido como Queensway. Caminando por la misma cuadra de su grandiosa entrada comienza un mercado de mínimos locales donde se pueden comprar desde piedras del Tíbet hasta pashminas, saris y chales y géneros bordados artesanales.

7 comentarios:

Rosana Colagiacomi dijo...

No sé que será mejor, visitar el hotel o caminar y comprar en el mercado de sedas. Creo que para mí las dos cosas son igualmente maravillosas. Saludos, Rosana

Andrea dijo...

Muy bellas imágenes.
Los colores intensos de la India tienen para mí un magnetismo absoluto.
Y me resultan tan seductores como las telas que nos describís (alguna foto para aplacar el vicio?).
Gracias por este post!!!

Rosario Guevara dijo...

que bellezaa y cuanto contraste con las calles de la india no??..realmente bellisimoo

la cabeza de maria antonieta dijo...

Hermoso lugar, repleto de colorido, me encanta!!

la cabeza de maria antonieta dijo...

Hermoso lugar, repleto de colores y contrastes. Me encanta!!

Decortherapia dijo...

Vintage Aurora: me hubiese encantado comprar telas, pero sólo pude mirarlas. Había demasiadas y era muy tarde.... Tal vez la próxima... Sólo traje unos chales, ya se los mostraré!

TIG dijo...

this looks absolutely gorgeous -- hope you're having a fantastic weekend!

xo