Pasé ayer a media mañana y la encontré radiante con su menú del día anotado en la pizarra y todo listo para recibir a sus primeros visitantes. Me recibió su dueño, Pascal Meyer, con una sonrisa de esas que tiene la gente que disfruta lo que hace. Lo mejor: no es el típico lugar pretencioso que de lejos parece genial y cuando uno se pone a mirar con atención, todo es artificial. Este es una brasserie auténtica, con espíritu y personalidad.
Photo Credits: Silvina Bidabehere for Decortherapia.
An authentic french brasserie in the heart of San Telmo, in Buenos Aires.
2 comentarios:
Parece un rinconcito encantador!
Yo también estoy harta de los lugares pretenciosos.
Que sección más guachi! Asi me apuntaré sitios recoletos que poder visitar cuando vaya a Argentina.
Siempre es un gusto leerte ;)
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