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Feliz bienvenida a Delta Terra. |
Mi
amiga Isabel (después de vivir durante más de 10 años en Barcelona y
Río de Janeiro) volvió a Buenos Aires junto a su familia y en pocos
meses recorrió cuanta reserva, paseo, museo y espacio cultural se
escuentra en la ciudad y alrededores. Como es una de las
personas con criterio estético más exquisito que conozco, cuando me
recomienda algo, yo anoto sin dudarlo.
Delta Terra fue una de sus
recomendaciones. Hacia allí partimos hace unos días. Éramos tres amigas
con hijos y amigos de edades similares y con muchas ganas de hacer un programa distinto. Nos encontramos en la estación y
partimos con la Interisleña hacia el Arroyo Espera. Los chicos felices
de andar en lancha colectivo y partir de expedición con lupas, mochilas y
la esperanza de poder pasar un día de aventuras y hasta quizás bañarse en
el río.
La lancha nos dejó en un muelle de madera y desde allí
tuvimos que caminar 400 metros de expedición que nos dejaron maravilladas
con sus cañaverales y puentes de madera. ¡Tanta naturaleza, tan
densa y verde, y tan cerca de nuestras casas!
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Sendero de cañaveral de bambú que lleva a Delta Terra. |
Delta Terra es una reserva y un refugio natural. Nosotros llegamos al
mediodía y almorzamos en su restaurante, La Pasionaria, a la sombra de
las cañas de bambú y de las hojas inmensas de plátanos, helechos y
orejas de elefante. Después partimos a hacer una caminata
(los chicos portando binoculares, mapas y brújulas entregados por los
encargados de la reserva) que fue un gran aprendizaje, sobre todo para
mí que atormenté a preguntas al pobre guardaparques. Aprendí, por
ejemplo, que los árboles de nuez pecan fueron introducidos por Sarmiento
para hacer un polo de cultivo de este tipo de nueces en el Delta, o que
el ciervo rojo es una especie que vive en estas tierras y que fue
devastada por el hombre, tanto que está al borde de la extinción. Los
chicos felices de ver por primera vez un coipo (un animalito muy parecido a la nutria, nativo de estas tierras) llamado "Toto" rescatado y
criado en la reserva; además de los carpinchos que fueron la gran sensación.
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Restaurante "La Pasionaria" en Delta Terra. |
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Cañas de ámbar invaden la reserva con su perfume delicioso. |
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Los chicos empezando la expedición. |
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Carpincho. Foto sacada por mi hijo Juan. |
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Ceibos en flor. |
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Los chicos, con sus largavistas, esperando ver bichos. Un poco complicado, porque escuchaban el griterío y huían despavoridos. |
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Una de las lagunas donde se crían los carpinchos de la Reserva. |
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"Ecos de Oma al Sur" se llama la intervención de la artista Antonia Guzmán, nacida en Tigre, que es un homenaje al pintor vasco Agustín Ibarrola, que utilizó la misma técnica en un bosque de su tierra ( El bosque de Oma
) para salvarlo de ser talado. Nos explicaron que al convertirse en una
obra de arte, los árboles no pueden ser talados porque la ley condena
al que destruya una obra de arte. |
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Al
final del recorrido y mientras esperábamos la Interisleña que nos
llevaría de vuelta a casa, los chicos se dieron el gusto de meterse en
el río. |
Delta Terra queda en el arroyo Rama Negra Chico, en la Primera Sección del Delta y a 600 metros del Río Espera. Para saber más: www.deltaterra.com.ar
6 comentarios:
¡Qué lindo parece el lugar!
Muy lindo blog!
Besos
El Delta es lo más!
Tan cerquita y tan agreste!!
Escape perfecto para fin de semana largo!!
Besos!
Maru
Me encantó el lugar, sobre todo estando tan cerca!
Ya lo estoy anotando en mi lista de paseos.
Besoss
Quenlindo lugar...toda una experiencias. Los nenes me imagino felices con tanto descubrimiento. Gracias por compartir.
iela
Hola Lola, Felizza y Ceci (Koiko) muchas gracias por dejar su comentario! La verdad es que es todo un tesoro en el Delta! Después me cuentan! Beso grande, Silvina.
que lindo lugar! y tan cerca! no sabía que había carpinchos en el delta... me enamoré de ellos en los Esteros del Ibera. Que interesante lo de los arboles, me gusta mucho la obra de Antonia Guzman. Un beso!
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