Por mi trabajo paso muchas horas mirando imágenes de espacios más o menos geniales. Cuando uno vió mucho, capaz demasiado, siente que gran parte de las ideas se repiten, los recursos son los mismos, pero de otro color.
Quizás por eso me maravilló tanto esta casa, porque cada imágen te descoloca un poco más que la otra. Y ese contraste es justamente lo que nos enriquece. Siempre pensé que lo más atractivo de una producción o ambientación es generar esa sensación de desconcierto, ese contraste (de nada sirve ver siempre espacios y casas que sean iguales a los míos o que repitan el estilo que a mí me gusta: pienso que en la contradicción es donde surge una nueva idea).
En este caso, la lámpara de pie de Anglepoise (hace tanto que la quiero...) hace equipo con una mesa muy rústica de madera; la Arco Lamp está en el comedor casi tocando un contenedor demasiado inmeso, junto a la mesa antigua y las sillas de fibra de vidrio de Eames. La lámpara del escritorio es tan incorrecta para ese lugar que queda maravillosa. Y así sigue esta historia que habla de excesos, modernismo y frescura escandinava, todo junto en una ecuación perfecta... y frente al mar. Una buena lección de osadía. A mí me fascinó. ¿Y a ustedes? Mientras cae la tarde les mando un muy buen lunes para todos.Y aprovechen, aunque sea por unos minutos, lo que queda de este día sol...
Marie Olsson Nylander, vive en esta casa con su marido y sus tres hijos. La casa es de los años 70 y estuvo abandonada casi 30 años. Queda en las playas de Arild, Suecia. |
4 comentarios:
Genial la mezcla, la lampara se lleva todos los aplausos
Bss
Es una casa preciosa y muy ecléctica! me encanta q se vea tanta vida en la decoración.
Gran selección
un abrazp
Qué gran trabajo de refacción y diseño que lograron. Felicitaciones! Nos encantó
Qué genia Marie, hermoso equilibrio generó. Besos!
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