My Gourmet: Voltaire

 

Después de pasarme toda una mañana en el Mercado de Pulgas intentado encontrar hallazgos para un cliente al que le estaba haciendo una ambientación en su tienda, se largó una lluvia intensa, de esas que no importa cuán grande sea tu paraguas: igual te empapás. Mi primer instinto fue huir despavorida de la ciudad y volver a casa. Pero enseguida me inturrumpió un pensamiento más sensato: en lugar de manejar con este diluvio y llegar a casa muerta de hambre ya pasado el horario del almuerzo, decidí frenar y estacionar en un barcito que vi en una esquina del Pasaje Voltaire (uno de mis favoritos de Palermo; si alguno de mis lectores vive allí, sepa que lo envidio). El lugar se llama Voltaire Coffe & Deli (Carranza 1946) y ese día fue como encontrar el paraíso. Como ya había pasado la hora pico del mediodía, me encontré sola y atendida atentamente por quienes allí trabajaban. Hasta el dueño se acercó a saludarme. Comí un riquísimo baguette con salmón ahumado y Philadelphia (el pan es uno de los mejores que probé en muchos años), tomé una limonada y aproveché para contestar mails y armar una nota. Después, partí tranquila. Sólo lloviznaba y llegué a casa con todo terminado y el espíritu renovado. 

Acá comparto alguna fotos de Voltaire con ustedes. Se los recomiendo sinceramente.