El vaivén de estos últimos días del año son arduos para todos. Para mí esta semana tuvo una cuota de hastío laboral y otra de darme cuenta que hay que tomarse la vida con un poco más de soda. Así las cosas, aproveché mis idas de trabajo a Palermo (del que siempre salgo
ejectada de vuelta a casa para evitar el tedio del tráfico), para conocer algunos lugares, visitar otros y brindas con amigos. Acá algunas estampas y recomendaciones por si andan estos días por esos lares...
Si bien no fue precisamente en esta semana, no puedo dejar a afuera el festejo de
Pehache con caipiroshkas y DJ femme muy copada para amenizar el
ambience. Todo pasó a la tarde en su patio, siempre florido. Las chicas de Pehache, mucha onda, como siempre.
Este año,
Souvenir la tienda pop up navidena organizada por Eloise Alemany (ya mencionamos su
nuevo libro hace unos días) Ana Armendáriz y Caro Urresti, tuvo como destino el altillo de
GoodWood, el showroom de diseñador Gustavo Pagano.
Pagano intercala sus diseños en madera (todo muy de añoranza escandinava y mirada up to date) con lámparas de Federico Churba y demás detalles de mentes creativas varias que usan la madera como punto de partida e inspiración.
Instantáneas de
Souvenir, con sus mesas y estanterías plagadas de objetos memorables. Hay que ir con tiempo y paciencia para observar cada detalle. Todo tiene un sentido, un proceso oculto, una historia para contar.
"No sólo como un bazar caprichoso, de piezas únicas de otros tiempos y diseños producidos hoy con sello de autor, sino también como un espacio en el que conviven diferentes lenguajes artísticos" así lo describen sus creadoras. No hay mejor explicación. Todavía estás a tiempo de visitarlo: finaliza el 23 de diciembre a las 20.
Agarraderas de Teresa Arnedo
Ilustración en pequeño formato. Quiero todos!
Después de visitar
Souvenir, caminé unas cuadras hasta
Kabinett que organizaba un ágape en la vereda de su mínimo aunque nutridísimo local. Vinito
rossée y muchas caras del mundo artístico para festejar junto a
Keep Working.
Delfina Muniz Barreto, almar mater del lugar junto a Eduardito Constantini, arreglando los últimos detalles.
Mi amiga Vanya, súper cool designer, sufría por no poder llevarse todo a su casa. Igual brindamos, charloteamos un poco, espiamos algunos libros y películas, y por unos momentos añoramos una vida paralela sin matrículas de colegios y facturas come presupuestos a fin de mes. De todos modos, somos tan felices, que podemos convivir con ese sentimiento tranquilamente. Añorar y soñar siempre está bueno. Mucho mejor que tener todo dado, no? Si no los sueños no serían tan copados!

Ayer por la tarde la más amorosa y talentosísima fotógrafa Pompi Gutnisky despidió el año junto a sus amigos en la nueva patisserie de
Próspero Velasco (a quien nombre en un post de hace unos días). Nos recibió Próspero en persona y él mismo nos convidó sus exquisiteces que hasta dejaron admiradas a las editoras de la revista
El Gourmet (para que se den una idea lo buenos que eran!). A pesar del chaparrón vespertino Pompi congregó a varios, casi todos del mundo editorial & deco local, quienes nos divertimos muchísimo hasta entrada la noche.
Desde la vereda, tientan las delicias hechas por próspero. Detrás se lo puede ver, con su gorra de pâtissier, ultimando detalles antes de que llegue el malón.
Podrán imaginarse que después de tanta rotation, hoy estoy feliz de estar en mi casa. Escribiendo en piyamas y con una tarde que se asoma tranquila. Mi estrés más grande será cocinar galletitas de avena, que les prometí a mis hijos y visitar la papelera de mi barrio para ir comprando mis preparativos deco navideños. ¡Mañana algunas ideas fáciles y originales para la mesa navideña y el esperado resultado del sorteo!
¡Que tengan un buen jueves!